El modernismo actual hace difícil que la familia mantenga hábitos importantes. A la hora de comer, lo ideal sería que todos los miembros del hogar estén juntos en la mesa, por lo menos una vez al día, manifestó Jacqueline De los Ríos, experta en administración del hogar.
Ese momento sirve para que padres e hijos dialoguen sobre sus vivencias fuera de la casa. La mesa es un lugar ideal para aprender, porque al escuchar lo que le sucede a otros se nutre la base de datos personal, con referencias en situaciones que puedan pasar. También se comparten alegrías y ¿por qué no?, tristezas.
Sin embargo, la experta mencionó que cuando la familia se reúne en la mesa, muchas veces se suele cometer el error de hacer de ese sitio un campo de batalla. Esposos "sacándose los trapos sucios", o padres que, en lugar de aconsejar, regañan a sus hijos. Esta situación trae como consecuencia, en el caso de los hijos adolescentes, que le huyan a la convivencia familiar.
El tiempo es el peor enemigo de todos. Debido a que la mujer moderna se ha incorporado al mercado laboral, es complicado organizar a la familia en función de actividades que se practiquen juntos, puesto que coordinar horarios en una familia donde cada quien tiene compromisos distintos, en áreas geográficas separadas, es casi imposible.
Bajo la excusa de la falta de tiempo se descuida hasta la nutrición de los miembros del hogar. Por comodidad se adaptan los hábitos a lo más sencillo, que a la postre resulta perjudicial.
De los Ríos apela a las lindas costumbres que sí se mantienen. Así como se reúne la familia para Navidad y Año nuevo, lo mismo debe ser para la comida diaria.
¿Por qué una simple comida es tan importante? En esa corta hora que se pasa en familia se puede evitar un divorcio, un caso de violencia, hijos dogradictos, un posible caso de delincuencia, etc., explicó Jacqueline.
La complementaridad entre pareja es otro aspecto fundamental. El padre debe ser un apoyo, no sólo es una fuente de ingreso.
A menudo pasa que el papá se desentiende de los asuntos sensitivos de los miembros del hogar. Deja en manos de la madre todo lo que tenga que ver con organización.
Aunque los tiempos cambian, los buenos hábitos nunca pasan de moda, dijo De los Ríos. Es necesario prestarle atención a todos los detalles de los habitantes del hogar, pues es ahí donde inician los valores.
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