Son los reyes del juego limpio y no tienen ningún futbolista suspendido. República Checa y Dinamarca se enfrentan hoy en partido de cuartos de final de la Eurocopa de fútbol 2004, sin jugadores castigados, merced a las pocas tarjetas amarillas recibidas en la primera ronda de la competición (dos los checos y cuatro los daneses), pero aún así los checos llegan preocupados por su defensa; mientras los escandinavos tienen dudas en cuanto a algunos lesionados.
El encuentro se anuncia entretenido, con suerte electrizante, dado que se trata de dos formaciones que disfrutan del juego ofensivo.
"Este partido con Dinamarca es muy peligroso para nosotros. Somos mejores en ataque, nuestra mejor arma, porque la defensa es nuestro punto débil", reconoció Vladimir Smicer, mediocampista ofensivo checo del Liverpool inglés.
Quizás el recorrido de los checos en la primera ronda de la competición (tres victorias en igual número de partidos) los señala como favoritos frente a los daneses, que tuvieron que apelar a la aritmética para clasificar (apenas una sola victoria y dos empates).
Pero han pasado cuatro años, y si bien el exquisito mediocampista de la "Juve", Pavel Nedved, a sus 31 años quiere encarar su jubilación internacional con un gran triunfo para su país, los daneses también juegan, y tienen en Gronkjaer y Jon Dahl Tomasson, a sus principales artilleros.
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