Hola Moza, te escribe un chico que está enfermo de amor. Te digo enfermo, porque lo que siento por una muchacha no es normal; vivo, respiro y sueño pensando en ella. Mi historia se inicia hace dos años. Desde un principio me enamoré perdidamente de esa mujer, ya que me dio su néctar prohibido, o sea, su virginidad y eso me volvió loco. Desde ese entonces todo lo que hago es pensando en ella. Todo el dinero que tengo, me lo gasto con ella y por eso mis padres me reclaman, ya que dicen que es una mujer que no me quiere y que sólo quiere mi dinero. Moza, eso es falso porque ella me da mucho cariño y amor. Los fines de semana ella no se va para el interior donde vive, porque le gusta estar conmigo. Pasa todos los sábados conmigo y los domingos me pide permiso para estar con sus amigas, ese día se lo doy porque ella necesita su espacio. Moza, ella no me hace daño, es más, siempre está pendiente de lo mío y no se por qué no puedo ser feliz con ella, quien es la mujer de mi vida. Salvador
COMPARTE TU AMOR
Hola, creo que tú no tienes un problema grave, sino que no has sabido organizar tu tiempo. Te digo esto, porque entiendo que ames como a nadie a esa chica, pero quiero que también sepas que tus padres son tus padres y por nada ni nadie debes echarlos a un lado. A mí me parece perfecto que gastes tu dinero con ella y que pases el sábado o el día que puedas compartiendo todo a su lado, pero entonces, por qué no puedes alguno de esos domingos compartir con tus padres, regalarles algo y hacerlos felices.
Si notas, lo que te he dicho no es complicado, sólo es cuestión de organización; tal vez tus padres no te están diciendo que no estés a su lado por maldad o porque no la quieren, sino porque se sienten menospreciados, y en eso ella no es la culpable, sino tú, que tienes que aprender a nivelar tu cariño.
Creo que después de este consejo, todo queda en tus manos para que puedas ser feliz; sólo recuerda que tratándose de los padres de uno, sí se puede aprender a compartir. ¡Suerte!
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