La basura está en casi todas partes y al panameño sólo le preocupa sacarla de su hogar. Una vez la bolsa de desechos está fuera de su casa, consideran que ese no es su problema.

Porque la ciudadanía actúa así, los que barren las calles, los trabajadores en los camiones recolectores y especialistas en la materia opinan que "tristemente, el panameño es un cochino", comentó Mayra Quezada, supervisora de una de las cuadrillas de barrido de la Dirección Metropolitana de Aseo (DIMAUD).

Durante esta investigación me tocó escuchar cómo un ciudadano justificaba el haber tirado la basura a la calle. Esto sucedió mientras barría la Avenida Peatonal, en un ejercicio realizado con las cuadrillas de barrido de la DIMAUD.

Ese día estaba vestida y tenía todo el equipo que usan las cuadrillas de barrido. Así como ellas, me reporté a las 5 de la mañana. Recibí una escoba, un recolector y 18 bolsas de basura. Salí y estaba uniformada de pies a cabeza con el caluroso vestido amarillo y tenía un sombrero rojo.

Pocos minutos después de que nos asignaron la zona, mientras barría, más de un ciudadano se hizo el intrépido: "Si yo no tiro la basura en la calle, tú no tienes trabajo", dijo en voz alta un hombre que tenía a pocos metros un tinaco.

Con frases como éstas deben lidiar los que trabajan con la basura. Juan Diego Cadavid, gerente general de REVISALUD, entidad que realiza el servicio de recolección en el distrito de San Miguelito, también conoce la situación.

Cadavid opina que no sólo en San Miguelito tenemos un problema de cultura ciudadana con respecto a la basura. Cree que el problema es nacional y no se equivoca. "Las personas no están conscientes del problema que tienen y les parece normal arrojar cosas a la calle, en las aceras o en los ríos", recalcó.

Y no es que no existan sanciones para los que no colocan la basura en su lugar. Si usted la tira desde su auto puede ser sancionado con una multa de 75 balboas, según estipula el Reglamento del Tránsito de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT).

Por su parte y según el Acuerdo Municipal 205 del 23 de diciembre de 2002, por el cual se reglamenta el servicio de aseo urbano y domiciliario, los clientes del servicio de recolección deben almacenar en forma sanitaria los desechos sólidos; no depositar sustancias líquidas ni excretas ni desechos sólidos peligrosos. Incluso, tienen el deber de colocar los recipientes en el lugar de recolección, de acuerdo con la frecuencia y el horario establecido. De no cumplirlo, las multas van desde 50 a 50 mil balboas.