Además de haber observado la tragedia, los vendedores de la Feria Libre, en la parte de afuera del viejo aeropuerto de Tocumen, tuvieron un inesperado público que les hizo grandes compras.
Alexis Bultrón, uno de los vendedores, contó que al área se habían acercado muchas personas con fines de curiosear.
Precisó un poco confuso que le han comprado bastante, situación que no se esperaba.
Del otro lado de la moneda, Gerald Hernández se acercó al lugar en un pick-up con un grupo de amigos.
El joven dijo que ninguno de los afectados tenía vínculo con él. Puntualizó que en parte lo movió la curiosidad, y porque vive cerca del área se le facilitó el acceso.
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