Un policía indio lanza gases lacrimógenos a los manifestantes en Nueva Dehli, India, durante las protestas contra el ataque terrorista que tuvo lugar en un lugar religioso en Ayodhya.
La Policía abatió a cinco terroristas y otro se suicidó haciéndose estallar con una bomba en el ataque a un templo disputado por los integristas hindúes y la comunidad musulmana en esta ciudad.
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