SECCIONES
DE INTERES


 
enviar por email versión para imprimir
  OPINION
HISTORIAS
Identidad

Redacción | DIAaDIA

Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como éstos.

Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario por qué razón un águila, el rey de todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.

Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a volar- respondió el propietario-. Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un águila.

Sin embargo- insistió el naturalista- tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar a volar.

Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela.

El águila estaba confusa, no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.

El naturalista se levantó temprano al otro día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Allí alzó al rey de las aves y le animó diciendo: Eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela. El águila miró hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y, con un grito triunfante, se voló alejándose en el cielo.

De ahí en adelante, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Ahora sabe quién es. ¿Lo sabes tú?

   
 
ADEMAS EN ESTA SECCION...
Identidad
La frase
Dios los coja confesados
¿Qué aprendieron en su recorrido parcial por el Canal de Panamá?
Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados