De luchador a sastre. Desde muy pequeño la sastrería fue la pasión de Eligio Guerra González, oficio que aprendió viendo, desarmando y armando las camisas y los pantalones de sus amigos.
Pero antes de dedicarse de lleno a este oficio se dedicó a la lucha libre. Como luchador se hizo llamar Fantomas y Satán, por su gran técnica fue considerado un verdadero artista del ring.
Su destreza en el cuadrilátero lo llevó a conocer a reconocidos exponentes de la lucha mexicana como: Blue Demon, Huracán Ramírez y hasta el famoso enmascarado de plata, o sea, El Santo.
Un accidente automovilístico acabó prematuramente con su carrera y con sus sueños de convertirse en campeón mundial algún día del deporte que amó con todo su corazón.
A causa de este accidente quedó inválido y sumido en una fuerte depresión, ya que no aceptaba que a sus 33 años tendría que vivir el resto de su vida postrado en una silla de ruedas.
Las fuertes palabras de su padre y una gaznatada que le dio cuando lo encontró con una escopeta en su garganta cuando disponía a acabar con su vida lo hicieron reaccionar y entender que tenía todo un mundo por delante.
A partir de ese momento, se propuso volver a caminar, por lo que poco a poco empezó a dar sus primeros pasos y hasta con los yesos puestos empezó a hacer lo que más le gustaba, que era coser.
Una vez superó la invalidez empezó a trabajar muy duro, lo que le llevó a tener cuatro sastrerías a las que llamó Fantomas, en San Miguelito. Ese nombre lo sacó de un pasquín que hacían en México, y que trataba de un ladrón francés de nombre Fantomas, que robaba a los ricos y ayudaba a los pobres, más que todo fue la elegancia y la forma de vestir del personaje que le llamó la atención, explicó. A sus 64 años se conforma con saber que todavía tiene fuerzas para trabajar y no quedarse en casa tirado en una hamaca sin hacer nada.
CONOCIMIENTOS
Lo que más le gustaría hacer a Eligio es trasmitir todos sus conocimientos sobre costura a la juventud. |