Una mirada diferente. La orientación de Dios es la base para que haya paz en el hogar. Eso es lo que las hermanas Ester González y Berta Gil han venido practicando desde su infancia. Ellas se criaron en un hogar normal, y como en todos había problemas, pero nunca se encaminaron por las cosas malas ni recuerdan ver a sus padres hacerse daño.
Herencia de valores
Mis padres son difuntos, relató Berta, pero recalcó que a ellos les debe mucho. "Desde muy pequeñas velaron por mí y mis hermanos, por lo tanto he tratado de llevar de generación en generación el mensaje de una buena educación", explicó Berta.
A un costado de esta señora, había una pequeña niña, quien al ver la presencia de este medio se sonrió con gran alegría.
Al conversar con esta niña, sin titubear dijo: "Yo siempre estoy en la iglesia. Creo en Dios y le pido que me oriente para amar y respetar a mi familia".
LA FAMILIA Y LA IGLESIA
"La iglesia es fuente de amor", mencionó Berta. Y dijo esto argumentando que, si usted va a las misas y se toma la molestia de hablar con cada familia, se percatará de que la mayor parte tiene una buena comunicación familiar.
Para ella, esto quiere decir que la única manera de frenar el abuso y la violencia en los niños es teniendo valores cristianos y buscando ayuda espiritual.
UN MILAGRO EN UN MOMENTO DIFICIL
La entrevistada alegó que todo ser humano se enfrenta a problemas familiares. Por lo que explicó que cuando la persona se deja llevar por la ira, no ve las cosas claras.
Cuando a ella se le presentan situaciones difíciles, lo que hace es encomendarse a la Virgen María y afirmó que ha logrado encontrar una solución a su necesidad.
Ella recuerda que en una ocasión, su nieta no tenía muchos recursos para ir a la escuela. No obstante, en medio de esta tensión, visualizó que una salida a este problema era obtener una beca, pero encontrar ese beneficio no le era fácil. Sin embargo, al final, con paciencia y fe la niña recibió esta ayuda que tanto anhelaba.
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