La mayoría de las noches en la casa de los Bucket, la cena consiste en una aguada sopa de repollo. Charlie la comparte con gusto con su mamá (Helena Bonham Carter) y su papá (Noah Taylor), y también con ambas parejas de sus abuelos.

La vieja casa es re-chiquita, tiene muchas corrientes de aire y está bastante destartalada; sin embargo, está llena de amor.

Cada noche, la última cosa que Charlie ve desde su ventana antes de dormirse es la gran fábrica. Y pensando, pensando, Charlie se duerme y sueña que puede ver cómo es la fábrica por dentro.

Por más de quince años, nadie nunca vio entrar o salir ni un solo trabajador de la fábrica. Tampoco nadie nunca vio a Willy Wonka.

Pero, misteriosamente, grandes cantidades de chocolates se fabrican allí y se distribuyen a negocios alrededor del mundo.

Si quiere saber en qué termina esta historia, no se la pierda desde hoy en todos los cines del país.