En esas peleas él me insulta muy feo, me ha llamado retrasada, y hasta me dice que me está cogiendo rabia, porque no lo dejo descansar. Yo acabo llorando, porque me duele lo que me dice.

Yo soy una mujer muy pulcra, que tiene una hija de tres años, toda la casa y mi bebé parecen un espejo.

Cuando él llega de sus viajes, deja todo tirado, no recoge los platos cuando come, sino que los deja en la mesa y hasta cuando va al baño no baja la tapa.

Tengo que aceptar que cuando eso pasa reviento, y no le digo tampoco las cosas de buena manera. Le expreso que es un puerco, que si él cree que es el único que trabaja, que yo trabajo también.

Ahí es cuando él me lanza las ofensas. Yo lo quiero, pero a la vez siento que me maltrata sicológicamente. La verdad, estoy triste.
Tiffany

ESTIMADA TIFFANY
Deben arreglar lo más pronto posible ese problema, pero ambos deben poner de su parte.

Los dos tienen mucha fatiga física y mental por el tipo de trabajo que tienen, por eso el estrés de la vida diaria los está consumiendo y hace que pierdan la paciencia, por eso, deben aprender a controlar la ira antes que la relación se empiece a volver tóxica.

Les recomiendo que visiten a un especialista en temas de parejas, porque van camino al abismo. Los insultos dejan muchas heridas en el alma, porque socavan eficazmente la seguridad y la confianza de la mujer en sí misma.

Creo que si hacen eso y aprenden a expresar sus emociones, podrán salvar la relación. Creo que ambos están cometiendo el mismo error, piénsalo y toma acciones pronto para el bien de la relación.