Cuando las vacaciones de medio año llegan, muchos padres de repente descubren que sus hijos han crecido, o que ya no les sirven las actividades del año anterior.
A veces, las vacaciones se convierten en una carrera de obstáculos, cuando en realidad deberían constituir una oportunidad magnífica para profundizar en las relaciones, y en el descubrimiento de cómo van evolucionando los miembros de la familia.
Las vacaciones son el momento ideal para nuevas experiencias:
Para fortalecer afectos Quitar tensiones Potenciar encuentros Diversión Unión familiar.
Pero para que sea posible, convendrá que tenga las ideas claras y no cometa errores como:
Intentar ser colegas, en lugar de padres. Proteger a los hijos en exceso. Sacrificar, constantemente, a los que mejor se portan. Favorecer el consumismo y cerrar los ojos, es decir, negar lo evidente y pensar que los otros exageran. Siguiendo estos pasos, les aseguramos que en estas vacaciones, su hijo la pasará chévere.
Nota: Aproveche el tiempo que tiene con sus hijos, para ir a divertirse a muchos lugares o para conversar un poco más con ellos.
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