Independiente del resultado, la participación de Panamá en la Copa de Oro simplemente no tiene precio.
Desde el inicio hasta el final de la justa, se fajaron como verdaderos guerreros en la cancha, jugaron de tú a tú ante el poderoso "Tío Sam", sin ningún tipo de complejos, y terminaron consolidándose como el equipo revelación del torneo.
Colectivamente, el equipo volvió a mostrarse bien en lo técnico y táctico, ganó personalidad, presencia en la cancha, propuso y generó muchas situaciones de gol. Pero en esta ocasión tengo que presentarle mis respetos al súper héroe Jaime Penedo, ese arquero que defendió con garras su marco, en ningún momento se preocupó por arriesgar su físico y terminó llevándose el premio al "Jugador Más Valioso" del torneo. Bien merecido se lo tiene.
Desafortunadamente, en esta ocasión, nuestros artilleros, aunque intentaron en muchas ocasiones, no pudieron colar el balón en el fondo de las redes. La defensa estuvo bien plantada y segura y la inclusión de "Pito" Rodríguez le dio mayor movilidad a la mediacancha que tocó, controló y recuperó el balón. Quisiera seguir destacando su gran hazaña muchachos, pero lastimosamente el espacio no me lo permite. Sólo me resta felicitarlos y decirles: "Ustedes son nuestros campeones, chicos".
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