Moza, hace unos días llegué a mi apartamento, que se lo he prestado a él, porque se peleó con su familia, y como yo vivo en una casa muy linda que me dejaron mis padres con mi abuela, le dije que no había problema, pero encontré a chicas muy sexys como si estuvieran en su casa y uno de sus amigotes.

Pregunté qué pasaba y ellas dijeron quién es ésta, ¿tu hermana?, yo dije: no, su novia.

En coro dijeron: él dijo que no tiene novia; me sonrojé y él sólo rió, pero no exclamó más nada. Yo respondí, bueno, quiero que sepan que sí tiene, soy yo y éste es mi apartamento. Todos quedaron con la boca abierta y dijeron que es insólito, si siempre venimos y él nos ha dicho que es suyo. Les pedí que se fueran, me dio tanto coraje, pero luego de que se fueron se disculpó, me dijo que se equivocó, que lo hizo para quedar bien y otro poco de cosas más.

Yo de boba no dije más nada, pero tengo cinco días pensando qué hacer. Le conté a mi mejor amiga y me dijo que dejara a ese chulo, porque a leguas se ve que no me ama. ¡Dame un consejo! Lo quiero, pero me ha herido mucho su actitud, sobre todo porque hay un muchacho muy cool que me pretende y yo jamás le he hecho caso: es trabajador, estudiado, respetuoso y un hombre con ganas de surgir.

DEJA A ESE HOMBRE
Hola, lo que me cuentas me parece una historia de telenovelas, pero es mejor que me hayas escrito para que todos los que lean esta columna, vean que aún existen hombres como ese. Yo te aconsejo que lo dejes, no tienes que pensarlo mucho, él se está aprovechando de ti y lo único que lograrás es vivir amargada y rezagada. Con todo lo que me cuentas, sé que vales mucho; por eso creo que no debes estar al lado de alguien que no te merece y jamás lo hará, ni respetarte. No te digo que le hagas caso a ese otro chico, pero si te gusta, inténtalo, si es obvio que con éste vivirás infeliz. No permitas que siga en tu apartamento.