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  domingo 7 de agosto de 2005 enviar por email versión para imprimir
  IMPACTO
Bosques paradisíacos
La lucha por conservarlos.

Marlen Pérez | DIAaDIA

El tapir, la iguana verde, los ponchos, el lagarto de agua dulce y hasta un hermoso colibrí, encabezan la enorme lista de animales en extinción, que por su belleza engalanan los bosques panameños.

Panamá, a diferencia de otros países, aunque es pequeño en territorio, posee éstos y otros grandes tesoros en sus bosques forestales, los que lamentablemente la mayoría de los panameños no valoran y que con mayor frecuencia llegan extranjeros asombrados de las maravillas que dejamos de ver en nuestros parques.

Aunque pareciera ilógico, la mayoría de las personas no conoce los bosques y su esplendor natural.

Pero no hay que ir muy lejos, en la ciudad, es decir, "a la vuelta de la esquina", está el Parque Natural Metropolitano y el Summit, muy gustado por los chicos. En tanto, hay otros lugares como el Volcán Barú, situado en Chiriquí; Cerro Quema, en Los Santos; el Desierto de Sarigua, en Herrera; el Valle de Antón, en Coclé, considerado patrimonio histórico; los bosques de Punta Patiño en Darién; El Montuoso en Las Minas de Herrera, donde nace el vasto y extenso río La Villa, que baña las costas de Los Santos, llegando hasta el hermoso pueblo de Pedasí. ¿Sabía usted eso?

De igual forma, hay animales "en extinción" como los monos perezosos, delfines y hasta hermosos pelícanos color rosa, muy populares en la paradisiaca Isla de Taboga en época de verano.

LA LUCHA POR CONSERVARLOS
Pareciera que esta batalla fuera durante toda una vida. Desde pequeños, los panameños han crecido escuchando las múltiples campañas, promociones y actividades que en innumerables comerciales promovían funcionarios de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), y en un abrir y cerrar de ojos con miles de anécdotas cumplen 20 años.

NO SE FUMAN EN PIPA
Con una vasta experiencia y capacitado personal, ANCON se ha consolidado como la primera organización en el país, luego de ANAM, en preservar y velar por la naturaleza y medio ambiente.

Líder Sucre, director ejecutivo de la asociación, explicó que aunque en 1985 iniciaron bajo la sumisa idea de un sueño, dos grandes personas llevaron a cabo su ideal, que no consistía en más que preservar lo que existe en el presente para forjar un futuro.

De manera independiente y sin ayuda del Gobierno, Raúl Fletcher y Carlos Brandaris (q.e.p.d) iniciaron con este ambicioso proyecto y luego de varias gestiones nacionales y extranjeras, lograron desarrollar el primer proyecto que fue la demarcación, protección y apoyo del Parque Nacional Soberanía.

Comenta Sucre que la aceptación de la comunidad en los proyectos que iniciaba ANCON, fue masiva, hasta tal punto que casi de inmediato varios grupos de ecologistas decidieron unir esfuerzos y en conjunto ayudar a la asociación con sus ambiciosos programas, como más adelante fue la demarcación de los Parques Nacional Chagres, Darién, demarcación física de la Comarca Emberá y se crea también en los primeros años el Centro de Datos para la Conservación, único en Panamá y con el objetivo de denunciar y monitorizar cualquier anomalía que interfiera en el ecosistema.

TIEMPOS DIFICILES
Recuerda el funcionario que la época más difícil para ANCON fue en 1989, meses antes de la penosamente recordada "Invasión", ya que los donantes que usualmente contribuían con la organización comenzaron a escasear, a tal punto que tuvieron que paralizar proyectos que planeaban llevar a cabo, debido al poco dinero que poseían en aquel tiempo.

Aun así, uno de sus más gratos recuerdos fue el apoyo que pese a todo los "conservacionistas" les ofrecían, cuando casi con las uñas tenían que seguir adelante y no desmayar en el intento de preservar la flora y fauna, del que en aquel tiempo era uno de los mejores paraísos del mundo: los bosques panameños.

EN LA ACTUALIDAD
Aunque confiado asegura que Panamá continúa siendo uno de los pocos sitios predilectos de extranjeros, también coincide en que la mano del hombre ha contribuído en gran escala a eliminar gran parte de la flora y fauna, ocasionando severos daños al ecosistema; por eso, con 20 años cumpliditos, reiteran su compromiso de seguir ayudando a conservar la naturaleza, pese a los constantes problemas judiciales en los que se ven envueltos al tratar de encontrar recursos para oponerse a proyectos que de una manera u otra repercuten negativamente en los bosques y playas del país.

Con gran tristeza, recuerda el famoso caso del "Camino Ecológico" que la anterior administración gubernamental procuró llevar a cabo, pese a la negativa de grupos ecologistas, ANAM y ANCON, provocando un verdadero caos durante varios meses. Con regocijo dice que pudo ver cómo personas particulares se dispusieron en las calles a cuidar sus bosques y los animales que desde hace cientos de años viven en ellos.

Por eso, satisfecho, comenta que "esa actitud me hace pensar que ANCON ha dejado huellas".

 
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