Sin lugar a dudas, las cosas no se pintaban fácil para Samaniego, porque en agenda aparecía un fuerte pegador de nombre Mamadou Thiam, un mulato senegalés nacionalizado francés con un récord impresionante de 39 victorias, 36 por la vía rápida y 2 derrotas. Samaniego, por su parte, llegaba con un palmarés de 35 triunfos, 28 nocauts y 6 descalabros. En el compromiso estaría en juego el cetro Interino de la categoría Súper Welter (154 libras) de la AMB, fajín que había dejado vacante Fernando "El Feroz" Vargas.

APOSTABA A SU EXPERIENCIA
"El Herrero", que en ese momento tenía 28 años de edad, ya había disputado título mundial, cuando en 1997 se fajó con el monarca Welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el alemán Michael Loewe, perdiendo en controvertido fallo.

Ahora, en las 154 libras, Samaniego iba a depender de su experiencia y de sus condiciones físicas, porque la balanza del poder se inclinaba hacia Thiam.

VALENTIA Y CONFIANZA
El istmeño dio claras muestras de su gran valentía y confianza en sí mismo, prueba de ello fue que no se dejó intimidar de Thiam y lo derrotó por nocaut técnico en el duodécimo asalto.