Sus familiares viajaron desde Miami, Estados Unidos, para solicitarle piedad a las autoridades panameñas. María Elena Nodarse, prima de Francisca, dijo: "Nos preocupa que la pequeña Sandra esté presentando constantes desmayos, y que hace sólo dos días le permitieron cambiarse de ropa". La abogada de los desafortunados, Etna Ramos, argumentó que la Dirección de Migración ha ignorado la petición y ha elevado barreras ante la posibilidad de brindarles refugio a los mismos.

Agregó Ramos que los pasaportes y visas de la familia Rodríguez estaban en regla, y en el trayecto de su llegada a Panamá les fueron intercambiados fraudulentamente.