¿Qué hago? Estoy molesta con algo, tengo un vecino de lo más pasado.

Yo soy enfermera y por mi propia profesión tengo turnos rotativos.

Yo siempre he sido cortés y le doy los saludos a todos, pero hay siempre alguien que confunde la amabilidad con la facilidad.

Hace como un mes, yo llegué como a las once de la noche y el señor en mención estaba abajo del edificio en el que vivo y me saluda y sube a la par conmigo en el elevador. En ese trayecto me comienza a decir que tenía problemas con la esposa. Yo, a todo esto, en una sola pieza, porque nunca le di esas confianzas. No le respondí nada y me despedí cuando llegué a mi piso.

En otras dos ocasiones hemos coincidido pero en la última es que me dijo algo que no me gustó. Comenzó a insinuárseme que yo era el tipo de mujer que él le gustaba, que lástima que tenía esposo, porque él podría darme el cielo y las estrellas. Le respondí que yo estoy felizmente casada y que me parecía una falta de respeto que me dijera eso. Pero no crea que se ha quedado quieto, me envió un ramo de flores y por su puesto fui la comidilla en el hospital. No sé si decírselo a mi esposo, porque me da miedo, ya que él tiene pistola por su tipo de trabajo y no por él sino porque no quiero que le ocasione un problema a mi marido. Entiende mi dilema.

NURSA
Mira lo primero es la confianza. Creo que no te va quedar de otra que decírselo a tu esposo para evitar malos entendidos, ya que lo de las flores fue un atrevimiento.

Por lo visto este hombre está acostumbrado a ese tipo de avances y como nadie lo ha puesto en su sitio se comporta de esa manera.

Te felicito porque respetas tu hogar y no te dejas llevar por ese tipo de propuestas, que sólo te traerían problemas. Ese tipo de individuos son como una enfermedad contagiosa que todo lo dañan, ya que como no son felices, les molesta que otros lo sean. Suerte y gracias por escribirme.