El pequeño Mariano Palacios, una vez encontrado, le dijo a su maestro de la escuela de Gasparillo, que "un señor vestido de blanco" lo ayudó a salir de la quebrada, después de que ésta lo arrastrara muy lejos.

Antes de la caída a la corriente, Mariano regresaba de la escuela rumbo a su casa, junto a un grupo de amigos, entre los que iba Alexander Ortiz, quien también fue arrastrado, pero tuvo mejor suerte y logró salir del caudal metros adelante.

Después de más de 24 horas de perdido, miembros del Sinaproc, de la Policía Nacional y el maestro Luis Acosta, dieron con la ubicación del pequeño, que estaba como agachado entre piedras y monte, cerca de la quebrada, en un área próxima a su casa.

Para el educador, que atiende a Mariano en el 1er. grado de la escuela de Gasparillo, el hallazgo del niño fue un milagro, por la forma en que dicen los otros niños que se lo había llevado la corriente, al punto de desaparecer.

Los socorristas caminaron con Mariano en brazos cinco horas, hasta llegar a Soloy.

El menor de edad tenía golpes en la cabeza, costillas y dolor en las piernas, y fue llevado al hospital materno infantil José Domingo de Obaldía, en David, para recibir atención.