Moradores de la comunidad rural de Zangüenga, se quejan de la venta clandestina de seco y de la conocida chicha fuerte.
Sostiene que al menos en unas cuatro viviendas del lugar de práctica esta actividad ilícita, ante los ojos de todo el mundo, incluyendo las autoridades locales, que a la fecha no han hecho nada por corregir esta situación.
Esta venta de aguardiente se da de lunes a lunes, con lo cual mucho de los hombres de Zangüenga de escasos recursos económicos y dedicados en su mayoría a la agricultura, dejen en estas casas lo poco que ganan.
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