Por si no lo sabía, algunos alimentos, como frutas y verduras, pierden propiedades nutritivas durante su cocción, mientras que para los alimentos de origen animal la cocción resulta beneficiosa. Aquí le diremos cómo preparar correctamente sus alimentos, sin perder su valor nutritivo.
Granos: Se recomienda que los granos se consuman siempre cocidos, ya que así eliminan los tóxicos naturales que contienen. Para lograr que ablanden, es necesario dejar en remojo de seis a doce horas, cambiando cada cierto tiempo el agua de remojo. Básicamente el aporte nutricional de los granos es de hierro, especialmente, en las lentejas.
Verduras y tubérculos: Éstos son más fáciles de digerir cocidos; sin embargo, de esta forma se destruyen algunas de sus vitaminas (en especial la vitamina C), además de perder sales minerales que se disuelven en el agua. Siempre que pueda, prefiera comerlas crudas o poco hervidas, pero si no, entonces lávelas y córtelas justo antes de cocinarlas, evitando remojos prolongados.
Frutas: El calor destruye el aporte vitamínico de las frutas, por lo que la mejor forma de consumir las frutas es comerlas crudas y sin pelar. Antes, es necesario lavarlas bien para eliminar residuos de pesticidas que puedan quedar en su superficie.
Carnes y pescados: Poco cocidos representan un riesgo para la salud, ya que podrían estar contaminados por gérmenes y producir infecciones e intoxicación. Al cocinarlos, además de higienizarlos, se hace más fácil la digestión.
Vegetales: Cocínelos enteros o en trozos grandes, en agua hirviendo y poca agua, ya que éstos tienen mucho líquido. Remoje luego de cocidos, no los deje en el agua.
|