Virginia González tiene 84 años y vive en Llano de la Palma, en Natá, junto a su hija y nieta, pero por su condición física, pasa acostada o en una silla de ruedas todo el día.
Ella necesita con urgencia comprar "pampers" y medicinas; también necesita adecuar su dormitorio, pues es muy pequeño y caliente.
Esta adulta mayor no habla, pero con su mirada dice lo que sufre. Su familia no le puede brindar una mejor atención por falta de recursos económicos.
La señora Virginia depende de su nieta, Benita González, quien, hace unas semanas, fue destituida del cargo que ocupaba en el Ministerio de Salud (MINSA).
Benita está muy preocupada, no sabe cómo conseguir los recursos económicos para sacar adelante a su abuela; asegura que fue despedida sin razones, conociendo que ella tiene a su abuela encamada y que necesita medicamentos y atención.
"Yo, lo único que pido es que me reintegren a mi trabajo para seguir luchando por mi familia y así poder mantenerlas, la situación está dura y no quiero que a mi abuela o a mi madre les pase algo por falta de atención", pidió.
La vida de esta familia se ha complicado. A pesar de que son beneficiarias del programa 100 a los 70, el dinero no les alcanza para comprar todo lo que necesitan.
Paúl Bouche, encargado de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Coclé, dijo que es lamentable la situación que pasa esta familia y es por ello que se hacen gestiones para apoyarla con pañales desechables y con un cuarto adecuado para la abuela, además, gestionarán un nombramiento en otra entidad o su reintegro a su antiguo trabajo.
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