Hola Moza, te escribe Margarita, una mujer que toda la vida le ha gustado la buena vida y, por supuesto, los hombre bellos.
Tengo 40 años y desde que tengo uso de razón me llaman la atención los hombre blancos, fulos y con mucho dinero.
Cuando era joven, iba a la Zona del Canal a buscar gringos, por eso cuando se fueron me puse muy triste. De esos años tengo bellos recuerdos y una hija que tiene 20 años. Mi hija conoce a su padre por fotos y por teléfono, ya que él ha mantenido contacto con nosotras a pesar de que no quiere saber de mí.
Ya no lo quiero, pero necesito conversar con él para ver si llegamos a un acuerdo y ayude a su hija, porque hace tiempo no lo hace. Le estoy exigiendo que se case conmigo para que me den la residencia allá y que mi hija pueda viajar y conocerlo. Por otra parte, también quiero viajar para ver si conozco a un hombre que me saque de mi tristeza y de mi limpieza, ya que aunque trabajo, no ganó lo suficiente para vivir cómodamente. Estoy desesperada porque veo que los años pasan y no tengo un hombre que me guste, me dé dinero y me ame. Dígame qué puedo hacer para que el papá de mi hija se case conmigo sin problemas.
Margarita
TE ESTAS BUSCANDO PROBLEMAS
Por lo que veo, estás usando a tu hija para tu beneficio, porque aunque no lo quieras aceptar, estás buscando un hombre que te saque de tus calamidades.
Por otra parte, no entiendo por qué tienes que llegar a los extremos de exigirle matrimonio a ese hombre si él puede reconocer a tu hija y darle la residencia.
No entiendo cómo esperaste tanto tiempo para exigirle que ayude a tu hija, si él tiene derecho a hacerlo.
Si realmente quieres evitarte un problema, no le exijas matrimonio a un hombre que ya ni se acuerda de ti.
Ahorra y viaja para ver si tienes suerte con el amor.
Aún estás a tiempo de ser feliz. Hazme caso y verás que las cosas se te arreglarán. |