A pesar que los panameños demostraron tener un corazón tan grande como una catedral y ayudaron a sus hermanos desfavorecidos durante las inundaciones; a pesar que las autoridades de gobierno han demostrado unas ganas intensas de servir a la comunidad, y apoyar a las víctimas; a pesar de todo esto, se nota una pugna por el protagonismo entre la Primera Dama, los alcaldes de San Miguelito y Panamá, y el director de SINAPROC.
Cada uno rema a su modo, y lucha por que se note más su trabajo que, insistimos, ha sido bueno.
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