Alegría a montón se sentía en el Asilo Bolívar, con la llegada de los tiernos niños de la Escuela Nacional de Sordos del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), que hicieron reír y disfrutar de una mañana diferente a los ancianos que viven en este lugar.
Diversas dramatizaciones y actos culturales realizaron los pequeños, quienes junto a sus madres lograron por un momento hacer amena la mañana de los más de trecientos adultos mayores que han sido internados por sus familiares y, a veces, hasta olvidados por ellos.
Pero la cosa se puso mejor cuando las entusiastas mamás decidieron poner a mover el esqueleto a los "abuelitos", dando inicio a la rumba, donde no quedó nadie sin bailar.
La hermosa velada estuvo acompañada de una enorme donación de enseres y artículos variados, especialmente de utensilios e implementos de aseo para los adultos, que debido a la excesiva demanda de éstos en la institución, a veces se hacen tan necesarias.
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