Hay que ver que los paparazzis están detrás de la artista del momento, la Britney Spears. Pues apenas se casó el sábado secretamente y no le pierden pisada alguna. Para que vean que no la dejan en paz, el diario británico "Sun", publicó ayer que la rubia cantante, de 22 años, y su maridito Kevin Federline, de 26 años, pasaron dos días enteros encerrados en una suite de lujo de un hotel en Los Ángeles luego de la boda. Según la publicación, en la puerta de la suite había un letrero que decía no molestar, cartel que no importó a uno de sus guardaespaldas, pues se atrevió a tocar la puerta y llamar a la cantante, lo que provocó que saliera enfada y decirle que sólo la llamaran si se estaba cayendo el mundo. Por otro lado, recuerden que hace días la gringuita dijo que quería quedar embarazada su noche de boda. ¿Habrá resultado?. Y eso no es todo, expertos en farándula dicen que éste es el inicio del fin de la carrera de la cantante, pues esa imagen de madrastra y futura madre no es atractiva para el mercado estadounidense.
Lo cierto es que la Britney está viviendo su vida loca y no le interesa con nada, ya que se ve a leguas que su felicidad es primero ante todo. ¡Ojalá y no dé malos pasos, porque como va, cualquier cosa puede pasar!
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