Los familiares de los atletas especiales no los habían podido ver desde el viernes pasado, cuando iniciaron la última concentración con miras a estar en óptimas condiciones a la hora de viajar a Shanghai, China.

Pero, no fue razón de peso para que ellos quebrantaran la disciplina y concentración que tanto les costó a los entrenadores.

Las fotos, los saludos y los besos de lejos parecían la única opción de los familiares. Ellos no se dieron por vencidos y cuando llamaron a los atletas para que pasaran por la zona de tránsito, se fueron turnando para por lo menos tocarlos antes de que viajaran.

Contrario a la actitud de los padres, los atletas se veían contentos, estaban disfrutando de un momento que nunca olvidarán en sus vidas.

Los deseos de buena suerte era el eco que se escuchaba en todo el aeropuerto.

EL RECORRIDO
Los atletas harán parada en Miami, luego en Chicago, para llegar a Shanghai el 28 de septiembre.

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