La Defensoría del Pueblo en Coclé solicitó la construcción de nuevas cárceles que garanticen la resocialización y seguridad de los privados de libertad, debido a que las actuales no cumplen con este objetivo.
En los centros penitenciarios de Penonomé y Aguadulce el hacinamiento, las reyertas, riñas y hasta violación sexual de internos, además del derrame de aguas negras, ratas y otras alimañas los ha convertido en lugares no aptos, ni siquiera para quienes deben purgar condenas por delitos cometidos.
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