Las que están pasando agachadas en el caso de las casas inundadas en la área Este de la provincia de Panamá, son las compañías aseguradoras. No han dicho ni esta boca es mía.
Cierto es que muchas de las viviendas no se cayeron, pero siguen ubicadas en un área inundable, donde en cualquier momento una nueva inundación cobre, ya no enseres y electrodomésticos, sino las vidas de quienes pagan al banco y a las aseguradoras sus respectivas mensualidades. Por si fuera poco, no conceden entrevistas. ¡Echémosle el ojo, por si acaso!
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