Para la niña de once años, que quiere estudiar odontología, no es nuevo ganar dinero escribiendo. Hace unos años, ocupó el tercer lugar en este concurso, que le entregó 100 balboas.

Con el dinero del premio, 600 dólares, comprará un estuche nuevo para su clarinete y un IPod para escuchar música. Además de escribir, Caridad declama, baila en el conjunto típico y asiste a misa todos los domingos, en la Catedral Santiago Apóstol.

El segundo lugar fue para Laurents Gordon, un parlanchín que siempre está sonriendo. A él no lo tomó por sorpresa el premio, ya que tiene tiempo asistiendo a la lectura de cuentos en el Bibliobus, de la Biblioteca Ernesto J. Castillero.

Laurents escribió un cuento a dos tortuguitas, una llamada Black y la otra White. Ellas estaban en un estanque a la venta sin que nadie preocupara por comprarlas. Un día un niño compró una, dejando la otra sola. Pero cuando la llevó a casa la tortuguita enfermó hasta que la llevaron de nuevo al estanque donde estaba su amiguita...

Laurents, quien estudia en la escuela Vista Hermosa, ya tiene pensado qué hará con los 400 dólares del premio: pretende ingresarlos a su cuenta de ahorros. Lo que sí usará de inmediato es la computadora que le regalaron.

A Juan Carlos Aizprúa, del Colegio San Vicente de Paúl de Santiago, el tercer lugar del concurso lo tomó por sorpresa. Juanito es tímido y sólo soltaba la lengua con sus compañeros de aula que viajaron a acompañarlo para recibir los 200 balboas y la computadora al Teatro Nacional.

Juan escribió sobre un pajarito que encontró un niño encerrado en su cuarto.

Y que al final tuvo que ser liberado para poder encontrar la felicidad junto al resto de su familia.