Panamá es un país con innumerables virtudes, tiene riqueza natural y en medio de ella, múltiples recovecos. El olor a húmedo, mezclado con el aroma que despiden los libros llenos de polvo, es lo primero que se percibe al acercase a la entrada de unas cuevas ubicadas en la comunidad de Buenos Aires, Chilibre.
DIAaDIA se enteró de la existencia de este lugar, gracias a Luis George, quien ya tiene 35 años de residir en el área, y siente que al mismo hace falta meterle la mano. Según George, antes las cuevas estaban iluminadas, pero de pronto la maleza la fue invadiendo y se convirtió en un hueco más.
Al ingresar a la cueva es notorio que personas la han convertido en su guarida o sitio de recreo, pues las botellas de licor están en varias esquinas, restos de abanicos y... los grafitis, hasta tuvieron la osadía de dejar la bandeja y las brochas con que pintaron las paredes.
UNA BELLEZA
Con todo y estos detalles, las cuevas de Chilibre son una belleza. A pesar de estar a pocos metros de la carretera, apenas uno se interna en ese ambiente se traslada a otro mundo con el verde de los árboles, los arbustos y las enredaderas.
Entre sus paredes rocosas no se cuela ni un rayo de luz, por lo que es un hogar perfecto para los murciélagos, y tal vez, de allí su nombre.
CORTA EXPEDICION
Ángel Araúz, Oficial de proyectos de la Fundación Natura, dijo que ellos conocen la Cueva del Murciélago, incluso tienen hasta un proyecto para el área aledaña.
Agrega que a inicios de año se realizó una feria interinstitucional y uno de los atractivos fue un pequeño recorrido y lo único que encontraron fue acumulación de desechos sólidos, grafitis, un sistema eléctrico que se había instalado hace muchos años, pero que ya no funciona.
PLANES
Explica Araúz que Natura conoció de las cuevas por el Comité Local Manantial de la noria, grupo que se acercó con la iniciativa de un proyecto que ellos acogieron. Natura próximamente financierá el proyecto de reforestación y limpieza del área circunvecina de las cuevas.
La reforestación se aplicará aparte de las riberas de la quebrada y serán aproximadamente tres hectáreas. También se extraerán los desechos, como aporte a la disminución de la contaminación en el área y dictarán capacitaciones en vías de fotarlecer a la organización.
Por su parte, Lineth Montenegro, jefa de la Dirección de Patrimonio Histórico del INAC, explicó que los especialistas de la entidad no han efectuado ningún recorrido dentro de las cuevas, pero no le extraña que en su interior se encuentren vestigios indígenas.
TRES ENTRADAS
La Cueva del Murciélago cuenta con dos entradas frontales hacia la Transístmica y otra hacia una comunidad.
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