"Me parece una actividad muy interesante porque los niños aprenden a valorar las tradiciones panameñas", dijo Lilyth Pineda, una espectadora.

La más fotografiada de la feria fue la reina juvenil, Yaribeth Espinosa, quien desde su trono observaba las danzas típicas que se presentaban.

Otra de las atracciones fue los ranchos que representaban las nueve provincias y las diferentes comarcas que tiene Panamá.

Allí, los visitantes podían conocer las costumbres, productos y tradiciones de todas las provincias.

Por su parte, la maestra Leydi Camaño afirmó que el evento fue un éxito porque se lograron las metas, que eran celebrar la Semana del Campesino y recaudar fondos para mejoras que se necesitan en la escuela.

El torito guapo, los congos y los diablos deleitaron a grandes y chicos. La comida tradicional del campo no podía faltar y el arroz con pollo, sancocho y muchas delicias se vendían como pan caliente.

Entre gritos, bailes y salomas, los estudiantes se lucieron al mejor estilo de allá "onde uno".

COMIDA
Cada padre de familia tenía que aportar un plato de comida para la feria.