Eso no tenía nombre, afuera también estaba llenísimo y todos se contagiaron para gritar: "El que no brinca es tico, el que no brinca es tico", era la consigna. Era increíble, todos los que estaban cerca tenían que saltar, si no, le daban pelonera, pero gracias a Dios todos siguieron las instrucciones y no hubo que castigar a nadie. Los santeños que estaban por doquier, no se quedaron con los brazos cruzados y al son del tamborito, tuna con reinas y todo, también pusieron a otros a cantar.

Ahh, la que gozó bastante fue Lucy Molinar, la vimos de aquí pa' allá; fíjense que cuando pasó en su automóvil muchos pensaban que era el Presidente o algo así por su gran auto. ¡Huyyy!