Por otro lado, también habló de su lucha contra las drogas y el alcohol, y dijo mantener a raya sus "demonios". "Nunca tomé drogas para divertirme, sino que las tomaba porque me sentía solo y como un montón de basura", destacó.

Aunque ya superó sus adicciones, Robbie a diario tiene que tomar pastillas para la depresión, pues el chico tiene fuertes crisis, es más, Williams dijo estar dispuesto a probar con cualquier fe o religión, desde Cienciología, Kábala o hasta Budismo, con tal de superar su depresión.

Bueno, al menos se decidió a abrir una ventana de su vida, y ahora podemos entender un poco más a este chico malo, aunque no quedó muy claro eso de los orgasmos y de querer ser mujer. De lo que no hay duda, es que no le harán falta pretendientes.

Mientras su sueño se convierte en realidad, Robbie seguirá promocionando su disco, que incluye vídeos de sus presentaciones en vivo.

Recientemente, estuvo en Berlín presentándose con todo y brazo roto, y hasta se la pasó bailando y cantando como si nada.