El común del panameño no sabe que los funcionarios públicos, ¡los más altos, los que ganan mejor salario y tienen más prebendas! tienen, además, protección adicional a la normal, en materia de calumnia e injuria.
Un panameño de a pie necesita hacer más cosas para probar que lo han calumniado e injuriado. Un funcionario no debe hacer más que poner la denuncia y ya, lo que los convierte en ciudadanos especiales.
El detalle es que ésto es así para combatir a los periodistas que pudieran estar señalando fallas en la gestión de estos funcionarios; para frenarlos; para ahogarles la voz.
Los panameños comunes, como usted, lector, deben saber que la Libertad de expresión está en peligro en Panamá.
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