Bueno, al principio todo marchaba bien, luego las cosas fueron cambiando porque los viajes eran cada vez más seguidos. Yo me ocupaba de limpiar la casa, de lavar la ropa, hasta que me cansé y le dije que yo no me casé para ser empleado, que yo podía ayudar, pero no cargar con todo.

Pero eso no es todo, además, todas las cuentas las pago yo, y no me ayuda en nada.

Moza, estuve internado en un hospital y no le avisé, pero le preocupó más lo que dijera mi familia, que mi estado de salud. Tarde he entendido que no me ama. ¿Será eso? o ¿qué me dice usted?

TIENEN QUE CONVERSAR
Hola, espero que ya no estés tan triste, como se nota en tus palabras.

Quiero decirte que con tu historia pude recordar la de una amiga muy cercana y por eso te recomendaré lo siguiente. Lo primero que tienes que hacer es pedirle a tu esposa que se sienten a conversar.

Explícale que así como tú cambiaste de trabajo porque no querías perderla, necesitas que ella haga algo por la relación, pues no pueden seguir así; ella allá y tú acá.

Tal vez haya una mejor solución que ella dejar ese trabajo, no sé, pero si es con tu consentimiento, podría ser mejor. Si ella te ama, intentará encontrar una solución al problema; si notas que da vuelta, que desea seguir en lo que está y hacer su vida de esa manera, tendrás que decidir tú.

Sé que es muy duro, pero es así, el amor es complicado, pero quiero que sepas que allí es donde descubrimos el valor de una relación, cuando los sacrificios son superados.

Piénsalo, conversa con tu pareja; explícale lo que sientes, que deje de pensar en el qué dirán, que lo haga por ti, y si no quiere seguir más a tu lado, pídele que también sea sincera y así no te destruye poco a poco. ¡Suerte!