"Nunca puedo imaginar la vida sin ti", esto quedó plasmado en una carta que Zuleika Cedeño le escribió a su madre, Virginia Sánchez. Esta carta nunca se la entregó, a pesar de que la escribió en un retiro espiritual al que asistió en el mes de abril.
En esta nota, ella pide perdón a su madre y a la vez expresa el infinito amor que sentía por ella. Al final de la carta, Zuly, Alvin y Josué firman, sin saber que 6 meses después, sería leída en sus sepelios.
En el Ministerio Hossana La Cabima se sentía un ambiente de tristeza, pero la fuerza que Edgar Escartín (esposo y padre de las víctimas) y los demás parientes demostraban, era impresionante. Pero quienes no pudieron aguantar el llanto, mientras le hacían una calle de honor a un retrato de Alvin, fueron sus amiguitos (as) de la Escuela Deportiva de Integración Social Fundación Amigos del Real Madrid Panamá y sus compañeros de la Escuela María Henríquez.
Y adentro de la iglesia, la realidad no cambió, los niños y niñas no podían creer que Josué y Alvin ya no estaban, y miraban con tristeza un pequeño monumento en donde estaban las medallas, trofeos y uniformes de los pequeños deportistas.
En frente del altar de la Iglesia, un ataúd café con una cruz blanca de rosas y claveles, guardaba a Zuly, y a cada lado estaban sus hijos en ataudes pequeños de color blanco.
Al terminar el culto, la señora Virginia se armó de fuerza y expresó: "Señor, no lo entiendo, hasta ahora no lo entiendo, yo sé que voy a llorar y que me van a hacer falta. Pero Señor, una cosa yo sé, yo me voy a levantar, y sé que un día veré a Zuleika, Alvin y a Josué, y los abrazaré y los besaré".
En el cementerio, canciones y oraciones se elevaban al cielo.
PRESENTES
En el sepelio estuvieron presentes René Mendieta, director de la escuela de fútbol, y la Primera Dama de la República.
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