Para todos los panameños un día como hoy, pero del año 1903, es recordado como el momento majestuoso en el que Panamá se convierte en una república libre. Sin más ataduras. Manuel Amador Guerrero, Don José Agustín Arango, Don Carlos Constantino Arosemena, Don Nicanor A. de Obarrio, Don Ricardo Arias, Don Federico Boyd, Don Tomás Arias y Don Manuel Espinoza B. son recordados como los héroes de la gesta separatista.
OTRO PUNTO DE VISTA
Sin embargo, del lado de Colombia, esos mismos próceres son vistos desde otra perspectiva. Aunque mucho se ha escrito sobre la separación de Panamá de Colombia, muy poco ha salido de ese país. De acuerdo con el periodista, escritor e historiador colombiano, Eduardo Lemaitre, en su libro Panamá y su separación de Colombia, es como si el colombiano se hubiera resistido a abordar de modo sistemático este asunto.
SIN PROTECCION
Desde el momento en que Panamá se independizó de España fue vista como un bien vacante. Su unión a Colombia fue inevitable. "El istmo se independizaba, es cierto, y declaraba rotos sus vínculos con España. Pero todos estaban de acuerdo en que, por la pobreza general que reinaba en el país, sobre todo desde que la Madre Patria, a causa de la piratería, había abandonado la vía panameña para su comercio con el Perú y restablecido la navegación por el estrecho de Magallanes, Panamá no estaba en condiciones de sostenerse como nación soberana ni mucho menos de defender su independencia", explicó Lemaitre.
México, Perú y Colombia tenían los ojos puestos sobre este bien. La gloria de Bolívar ("El Libertador") y de su reciente epopeya cegó a los panameños, lo que les atraía hacia Colombia; y además, era aquella nueva nación grande. El pequeño país quedaba libre, sin protección ni recursos para subsistir, por lo que vio en este país una opción.
FRACASO DEL CANAL FRANCES
Después de la mala administración de Ferdinand Marie de Lesseps, durante 1885, en la construcción del canal, Estados Unidos puso sus ojos sobre la franja panameña para tomar las riendas de esa vía acuática.
El gran país del norte estaba interesado en hacer un canal en Nicaragua o Panamá. En ese tiempo veían más favorable el trabajo en Nicaragua, puesto que percibieron cómo los obreros del canal francés se vieron afectados por muchas enfermedades.
Luego de analizar los estudios de Ferdinand, los estadounidenses descubrieron que los gastos eran menores que si realizaban las construcciones en Nicaragua.
DECISIONES
El presidente en turno, José Manuel Marroquín, no sabía nada de política, según lo publicado por Eduardo Lemaitre en su libro. Fue puesto en el cargo en reemplazo de Manuel Antonio Sanclemente.
Estados Unidos vio al istmo como una mejor opción, pero Marroquín estableció una serie de requerimientos para que no se viera afectada la soberanía del país. Puntos que no agradaron a los norteños, ya que deseaban el control absoluto de las tierras que se usarían para el canal.
El mandatario les exigía el pago de B
600 millones de dólares anuales por el uso de esas tierras, aparte de que Panamá debía mantener el control de ellas.
Los nuevos constructores del canal comenzaron a presionar a Colombia para que desistieran de lo requerido, o se irían a Nicaragua. Si así fuese, Panamá no sería considerada como una vía de paso importante.
PATRIOTISMO VS. INTERESES
El mandatario colombiano manifestó en reiteradas ocasiones que prefería que lo recordaran así, que como alguien que traicionó el bienestar de uno de sus departamentos.
Pero los recordados héroes de la patria, en ese entonces no coincidían con los pensamientos de Marroquín y veían en sus exigencias el alejamiento de la posibilidad de construcción de una vía que haría de Panamá un importante punto en el ámbito mundial.
Todos estos fueron eventos que antecedieron al 3 de noviembre. Aquel día se dio la historia que todos conocen. Esteban Huertas, general colombiano, apoyó al istmo en su gesta separatista.
Huertas salió con todo su batallón a contrarrestar los ataques del Ejército colombiano, que pretendía mantener su dominio sobre el departamento.
Lemaitre explicó que es cierto que llegó un momento en que la Constitución colombiana exageró su régimen centralista. Esto, unido a los intereses estadounidenses, dieron pie a los intentos separatistas que tuvieron su fin un día como hoy del año 1903.
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