A "Don Kaki", como es conocido en el pueblo este distinguido caballero, se le ve pasar a diario con un sombrero a la pedrá, una camisilla, pantalón y cutarras, pues además de su función de representante, no descuida su finca cuando tiene ratos libres.

A pesar de que su papel ahora es distinto al de meses atrás, piensa que no se deben vivir otras cosas, pues la tradición es lo que más hay que conservar, ya que es un honor para el país y es la forma como se representa la patria.

Quiere tanto a su pueblo, que aún recuerda que fue un viernes 25 de abril de 1967 el día que llegó junto a sus padres a lo que es hoy Unión Santeña de Chimán, teniendo ya 37 años de vivir allí.

Su humildad y sencillez quedan de manifiesto al expresarse. No es de un amplio léxico, pero añade: "Soy sincero, digo las cosas como las siento y trato de cumplir". Por esa razón señala que es más "torrijista" que PRD, porque admiró mucho al general Omar Efraín Torrijos.

Dos de sus retos más importantes son el camino de penetración para su pueblo y el proyecto de agua potable. "Creo mucho en Dios y por el honor que me ha dado quiero ser un buen representante, dejando las huellas con mis obras".