Como sabrán, esta pareja se la pasa disfrutando de su romance por todos lados, y el fin de semana no fue la excepción. Les cuento que los famosos se fueron con sus hijos adoptivos, Maddox y Sahara, a su cabaña en los bosques de Canadá; pero al llegar a su casa, Brad Pitt tuvo un presentimiento. Algo andaba mal, llamó a la Policía y sin saber qué era, fue a revisar la casa por fuera. ¡Ah!, pero como él se creía "Aquiles" de Troya, le dio órdenes estrictas a Angelina y a sus hijos para que estuvieran callados mientras que entraba a la casa. Fue cuando se dio cuenta de que lo habían invadido. ¿Cómo? Sí, en su cocina no había ladrones, sino una pareja de osos Grizzly que había logrado abrir la puerta y daba vueltas por la cocina con hambre, rebuscando en todos los rincones. Menos mal que la Policía llegó rápido y se hizo cargo de la situación.