Las familias indígenas de la etnia Ngöbe Buglé decidieron salir a las calles de Soloy y cerrar la carretera principal que comunica a muchas comunidades de difícil acceso con Boca del Monte.
El malestar de los nativos es que, después de un año y un mes, los han desalojado tres veces del terreno que ocuparon ilegalmente. Se trata de más de 30 familias que fueron afectadas por las inundaciones del río Fonseca, el 3 de septiembre de 2008, en las que perdieron la vida seis personas.
Marcos Bejerano, dirigente indígena, pidió al nuevo gobierno que no los deje padecer.
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