Desde que él vive conmigo, las niñas han cambiado, no quieren permanecer en la casa, siempre buscan excusas para no estar cerca de mí y otras cosas que ya ni me acuerdo. Moza, aunque soy totalmente feliz con mi pareja, extraño los momentos con mis hijas. Pero lo que más me preocupa es que un día, una de las niñas me dijo que él la molesta, pero no le creo, porque él me ayuda con ellas, les paga la escuela, nos mantiene y nos viste; por lo tanto, no creo que él se propase con mis hijas, además, me ha propuesto matrimonio.

Moza, otra de las niñas me dijo que si no lo dejo, se va de la casa porque no soporta a ese hombre. Además, te digo que el ambiente en la casa se ha tornado tan feo, que no se puede respirar en paz. No sé qué hacer, esto me tiene mal, ya que no quiero perder el amor de mi hombre, ni tampoco el de mis hijas. Carmelita.

HAZ CASO A TUS HIJAS
Hola, me alegra que me escribas, porque noto que estás tomando decisiones equivocadas, que podrían perjudicarte a ti y a tus hijas en el futuro.

Por lo regular, cuando una hija habla de que está siendo acosada por un padrastro, casi nunca es mentira.

Yo te recomiendo que tengas cuidado, pues a veces el amor de un hombre ciega tanto a una mujer, que no la lleva a ver muchas cosas.

Lo extraño es que todas tus hijas piensan igual, así que cuidado.

De ese hombre, te puedo decir que a mí no me parece que porque les pague la escuela, los vista y les dé de comer, tenga que ser un hombre ejemplar, muchas veces vienen disfrazados.

Piensa lo que te digo, puedes ser feliz con ese chico, pero tus hijas qué, ellas necesitan de ti. ¡Suerte!