En su mundo lleno de colores sólo hay espacio para aquellas almas que les gusta regalar ilusiones.
La señora Elba de Marcelino, desde hace cinco años tiene una floristería al aire libre que se llama la Carreta Floral, en el área de El Dorado.
Mujer trabajadora decidió levantar este negocio cuando se separó de su esposo y decidió buscar otros horizontes más prósperos.
Fiel convencida de la creatividad que nace de sus manos, afirmó que un local no es lo que hace que un arreglo floral sea más o menos bonito. "Cuatro paredes no determinan la creatividad. Mi trabajo es tan bueno como el que está metido en un local", dijo.
¿Quiénes son sus principales clientes? Elba afirmó que definitivamente las señoras. Admite que a las damas les encanta tener sus hogares fragantes y llenos de aires primaverales. De los hombres señaló que buscan flores para llamar la atención de sus amadas.
También sus creaciones traen consuelo, puesto que en las criptas y en las tumbas hay cabida para los arreglos, sobre todo si son de crisantemos.
Elba aseguró que sus hijos, que están graduados y trabajando, la ven a ella como un ejemplo porque es emprendedora.
Aconsejó que todos los panameños dejen de pensar que sólo se trabaja en oficinas, pues si se lo proponen pueden dedicarse a una actividad. Eso sí, aclaró que no se debe hacer lo mismo que el vecino. "Si el vecino hace duros, no tengo que hacerlo necesariamente yo, lo mejor es ser únicos y novedosos en nuestros pasos", concluyó.
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