Insólito. Hace unos días, tomé un taxi en San Miguelito para ir a mi casa y en el trayecto, el conductor del tercel rojo, hizo una llamada por celular dando reporte (en claves) sobre una situación de robo de placas. Asumí, entonces, que era policía. Ya los nervios los llevaba de punta, puesto que su manejo era desordenado.
A la altura de la Policlínica de Juan Díaz, el conductor vio venir a un taxi plateado, dando un giro brusco, quedando en vía contraria, con la intención de iniciar una persecución. Interceptó al taxi, obstaculizándole el paso. Dicho vehículo dio reversa y se dio a la fuga. El conductor dio otro giro y me bajó del vehículo, luego del susto. Esto no puede pasar, en ningún lado estamos seguros.
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