Y es que sus 39 años de experiencia le hacen ser honrado como uno de los "camisas rojas" más emblemáticos del Cuerpo de Bomberos de Panamá. "A mí nadie me echa cuentos de esto", señaló con tono pasivo y sonriente.

A pesar de su bagaje, aún es cabo primero. Al dar una explicación sobre esto, manifestó que a veces mandaban a muchachos más nuevos que él a la academia.

Sus vivencias como bombero le han marcado su vida, unos casos más que otros. El que más recuerda fue el fuego que consumió toda la manzana de viviendas de madera en calle 25, El Chorrillo, hecho ocurrido un 31 de diciembre.

Aquel día, lleno de tristeza y desesperación, puso en juego su vida, pues tuvo que penetrar junto a otros compañeros en medio de dos casas prendidas.

"Lo que más recuerdo es que ese día encontramos debajo de un colchón a una niña que había sido reportada como desaparecida, nos dio mucho dolor y hasta se me salieron las lágrimas", relató Emigdio.

Le tocó amanecer en el lugar, buscando en medio de los escombros y lo que se encontraba eran los pavos, jamones y demás alimentos que con tanto sacrificio habían preparado los damnificados para celebrar el nuevo año.

Su faena se dificultó porque cerca del lugar había un depósito de baterías de carro y el ácido los molestó. Además, muchos guardias en la desesperación dejaron sus armas y tenían que cuidarse en caso de que las balas explotaran.

A su edad, ya no tiene nada que demostrar, aunque sigue desempeñándose en la Comandancia. Se siente tranquilo, porque los muchachos nuevos están haciendo un buen trabajo y varios son oficiales.

Benny Vielgo resaltó que han captado muy bien las enseñanzas de cómo trabajar con mangueras y hoy en día los muchachos están dando la talla.