Soy María Angélica, una chica que desde que cumplí 18 años me fui de la casa porque mis padres son muy exigentes y no podía con eso.

Apenas me independicé, viví con una amiga. Ambas trabajamos como azafatas y nos va muy bien.

Con ese trabajo, conocí a muchas personas influyentes, entre esos extranjeros que me han pagado viajes y joyas.

Uno de esos hombres es un señor millonario de 50 años y es el más interesado en mí. Es casado y vive en México.

Yo no lo quiero, pero ahorita mismo es quien me da dinero para todo.

El problema está en que ahora mi amiga de apartamento se ha dado cuenta de que él es quien me ayuda y me ha pedido que le diga que la ayude a ella también.

Claro, está dispuesta a hacer de todo.

Moza, eso no me gusta porque soy muy celosa de mis cosas.

No le he dicho nada para no hacerla sentir mal, pero es que a mí no me gusta lo que ella me está proponiendo.

¿Dígame qué puedo hacer?

ROSY

Querida lectora, estás jugando con fuego y es hora de que pongas los pies en la tierra. Me dices que eres azafata y que también hay un señor quien te ayuda. Mira, me imagino que eres joven y bonita, y lo que debes hacer en estos momentos es pensar en tu futuro; estudia, ya que el trabajo que actualmente desempeñas no durará toda la vida.

Recuerda que las azafatas tienen su fecha de expiración. Por lo tanto, es mejor que tengas una carrera que te respalde, pues el hombre que ahora te ayuda también puede aburrirse de ti y dejarte. Es hora que actúes bien.

En cuanto a tu amiga, háblale claro, dile que no te gusta lo que te propone y que mire para otro lado.

Ustedes tienen confianza y necesitan hablar bien del asunto. Y ten en cuenta que si esa chica es buena amiga, no vale la pena pelear por un hombre.