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  viernes 2 de dicembre de 2005  enviar por email versión para imprimir
  ENTRETENIMEINTO
La moza del amor

Redacción | DIAaDIA

Hola Moza, ante todo, te envío un gran saludo de Navidad y de felicitaciones por el tan buen segmento de consejos que tienes.

Tengo 60 años, y desde hace más de 20 años me enamoré de una joven mujer muy guapa y que ha estado conmigo durante años; es más, no me exige ni reclama, ya que soy un hombre casado.

Moza, quiero pedirte que me des una luz para saber qué debo hacer con la chica que amo, he sido muy celoso, he dudado de ella y, además, creo que no la he respetado como profesional; ahora ella ha cambiado mucho y pienso que ha dejado de quererme.

Tal vez yo no tenga perdón, pero lo que pasa es que me estoy muriendo de amor por ella y no sé cómo hacer: si irme o dejarla libre o seguir luchando por su amor.

Quiero decirte que estoy pensando muy en serio dejar a mi esposa para irme a vivir con la que quiero; pero no me atrevo por temor a que me diga que ya no le interesa vivir conmigo, que bueno, en cierto modo tiene razón porque siempre he pensado más en mí que en ella.

Moza, por su trabajo creo que la estoy perdiendo, siempre está cansada y se niega la mayor parte de las veces a tener relaciones sexuales conmigo. Roly.

PIENSA BIEN Y ELIGE
El respeto por la profesión de los demás es muy importante, y más si es el trabajo de tu pareja.

Tienes que darle el valor que ella se merece, porque de esta manera podrás recuperar su amor, si es que te ha dejado de amar por las innumerables causas que expones.

Pero amigo, por lo que leo, te digo que eres un hombre que sólo piensa en su estabilidad emocional y en su conveniencia; nunca has pensado cuánto daño puedes haberle hecho a esas dos mujeres, que de cualquier manera mucho te han querido, porque aún siguen junto a ti.

Yo te recomiendo que te hagas un examen personal y en vez de estar reclamando si te quiere o no, trates de compensar con cariño y respeto ese amor que has recibido de las dos, porque creo que debes pensar en las dos. Decídete por una de las dos, no vaya a ser que después te quedes, como dice el refrán, "Sin hacha ni calabaza, ni miel". ¡Suerte!

 
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