No ha gustado para nada la petición de las distribuidoras eléctricas, quienes dicen que la tarifa debe elevarse en un 30 ó 40 por ciento, debido al aumento del petróleo.
Las reacciones en contra de la petición no se han hecho esperar y ya se habla de caos en la industria y el comercio.
La pregunta obligada es: ¿Por qué el Gobierno no detiene de una vez esta dependencia que se tiene del petróleo, teniendo tantos ríos caudalosos de dónde sacar energía? ¿A quién se protege?
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