Ante las declaraciones de Rubén Arosemena, vice presidente de la República, de ajustarse a la ley de aumento a jubilados y pensionados, y ofrecer un alza de B/. 10.00 dólares, efectivos a partir del 2010, los jubilados se pusieron en pie de guerra y aseguran que sólo muertos se quitarán de las calles.

Arosemena expresó que de ahora en adelante, no aceptará reunirse con "con grupos que violan los derechos de terceros con la excusa de que así ejercen su derecho a protestar", y que también insisten en cerrar el diálogo". Finalmente, instó al grupo a que deponga sus actitudes de confrontación y defienda de forma cívica y respetuosa sus intereses.