La lluvia que caía la noche del martes colaboró con unos sicarios, quienes acecharon a la joven que, junto a una prima y un sobrino de dos años, salió de su casa ubicada en El Nazareno de Pedregal a hacer unas diligencias.

Un auto marca Prado levantó sospechas en esta joven, quien de inmediato se percató que estaba siendo seguida, pero en El Parador, logró esquivar al auto y llamó a su casa para avisar a su madre lo que estaba pasando.

Según su tía Melvy, la Policía también fue alertada, pero cuando Leidy volvió a su casa, donde la esperaba su madre, supuestamente junto a los uniformados, ellos no habían llegado.

La joven y sus acompañantes bajaron la vereda hacia la casa, en eso, un hombre salió del auto y con pistola en mano la siguió hasta la vivienda, donde abrió las puertas a la fuerza. En medio de la sala, Leidy fue apuntada con un arma y, a pesar de que su madre oró y le rogó al hombre que no la asesinara, este le dio al menos siete disparos que le quitaron la vida al instante.

Ayer, aún sin poder asimilar la triste noticia, sus amistades llegaron a su casa a darle apoyo a sus familiares.